Hazel Moore y las vaginas

Me crucé con Hazel Moore gracias a un curioso vestido. Resulta que últimamente he estado pensando mucho en la cantidad de dinero que la gente gasta en celebrar el derecho a follar con el espaldarazo de la sociedad. Es decir, la plata que se va en bodas. Y no deja de parecerme un tanto paradójico; después de todo, ahora la gente es libre de coger sin certificados y ya nadie se espanta. Por eso me llamó tanto la atención que esta artista de Glasgow sintetizara con tanta vehemencia feminista el asunto de las bodas. Su vestido parece declarar que una novia no es sino su genitalidad envuelta en un empaque de lujo para un exigente cliente. Su portafolio tiene, además, otras tantas obras centradas en la estética de la vulva.



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