¿Por qué no sólo Twitter?

Redes sociales para swingers

Redes sociales especializadas en swingers

     Lo que está ocurriendo en Twitter en relación a la comunidad swinger es digno de ser observado y comentado. Cuando nosotros empezábamos en el ambiente, una de las cosas que más nos llamaba la atención era que la gente (al menos en México) se refería a SDC como "la página". Esta poderosa antonomasia encumbraba a la tal red como el único método posible para conocer parejas sw en internet y mantenía a la competencia en un lugar poco menos que marginal. Estoy hablando de una generación que ahora ronda o pasa los cuarenta años. Lo que hacía a esos usuarios dispuestos a pagar por un sistema de contactos en línea era, básicamente, la privacidad. Se asumía (y en el presente, se dice) que un sitio de pago mantiene alejados a los curiosos y se concentra en parejas reales, decididas, y "de cierto nivel". 

     Sin embargo, en los últimos años, y quizá como consecuencia de la increíble y pionera actividad de @MiauMiauHW, Twitter se ha vuelto el principal foro de expresión de casi todos los swingers, especialmente de aquellos cercanos a la treintena.  En mis tiempos (diría el abuelo) la gente se reconocía en clubes por su nick de "la página". Ahora es muy claro que lo hacemos por medio de nuestro @nombre. El mundo de los ciento cuarenta caracteres, aparentemente, ofrece algo que las redes especializadas no están siendo capaces de encontrar. Que se trate de un servicio gratuito, sin duda, es un factor relevante, pero el meollo va más allá de ello. Por un lado, estos swingers más jóvenes corresponden a los últimos millennials, a los más millennials de todos, y evidentemente, su escala de valores no es la misma que la de aquellos que, en su momento, convertimos a SDC en el principal hub libertino. Mientras que para los, ahora cuarentones y cincuentones, la privacidad era un bien necesario, los más jóvenes (y por lo tanto más atrayentes) encuentran en la exhibición un aliciente importante, un valor agregado. A Twitter no se va a encontrar parejas para intercambio, sino a recolectar followers.

     La ecuación es muy sencilla, mayor número de seguidores, igual a mayor índice de deseabilidad, por lo tanto, mayor prestigio en la comunidad sw.  La paradoja está en que esos miles seguidores no son, no es estadísticamente posible que sean, swingers. Por lo tanto, ese prestigio dentro de la comunidad está otorgado por quien no es la comunidad. En términos generales, entre el 50% y el 60% ni siquiera son humanos, se trata, más bien, de cuentas inactivas.  De cualquier manera, el movimiento en Twitter es responsable de un cambio considerablemente positivo para todos; ha puesto en los ojos de los civiles la expresión real de lo swinger. Nos convirtió en una cultura visible, y por lo tanto, contribuyó a la construcción de una imagen de nosotros, que si no mejor valorada, por lo menos, es más realista.  El prestigio que buscamos como individuos lo comenzamos a construir como comunidad. Y, por virtuosa consecuencia, al encontrar un espacio de respeto para el lifestyle, promovemos una cultura de sexualidad positiva para todos.

    En ese sentido, las acciones ¿activismos? que, unos más y otros menos, hacemos en las redes abiertas, son un esfuerzo invaluable en lo sociológico, aunque poco fructífero a la hora de buscar con quien follar. Para eso son las redes cerradas; para eso sí están y debemos fomentar que estén, para servir como espacios de encuentro y  comunicación entre libertinos. ¿Por qué? Porque el problema principal es que Twitter, Facebook, Pinterest e Instagram no son servicios diseñados para la libre expresión de la sexualidad. De hecho, no son medios para la libre expresión, siquiera. Todos los días, alguien sufre la cancelación de su cuenta porque fue reportada por alguien más. Todos los días, a otros se las suspenden por contenido inapropiado, y todos los días, alguno sufre la inexorable pérdida de miles o de decenas de miles o centenares de miles de seguidores que fueron cosechados con mucha, pero mucha dedicación. Pero así es y ni modo. El internet abierto es para la buenas conciencias. Es el lugar donde menores de edad (con y sin supervisión de sus padres), hacen la tarea. Es el lugar donde mi tía abuela la mocha busca recetas de cocina, es un lugar donde la gente puede decir sandeces y escribir "kiero" y "muxo" pero en el que Mariana, si muestra los senos, corre el riesgo de violar políticas de uso.

     Habría que recordar este viejo adagio que dice que cuando una mercancía no te cuesta es porque la mercancía eres tú. El caso es que los dueños de la cancha son los dueños de las restricciones. Es importante estar en el espacio público, es importante hacerse visible, es clave que la gente del mundo exterior se entere que los del mundo feliz no somos marcianos ni asesinos seriales, pero hay que reconocer que Twitter es el quinto patio de una vecindad global. Es un ágora, una calle dónde repartir volantes, pero no un lugar de encuentros, ni mucho menos un playroom.

     Páginas de contacto swinger:  SDC, Swingee, y SpicyMatch
     
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Pierre Fudarylí
"Cromofilia / Chromaphilia" © Pierre Fudarylí




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